Teñirse las cejas con henna es una de las técnicas más suaves y efectivas para resaltar la belleza, asegurando que siempre luzcan perfectamente moldeadas y maquilladas. En este proceso, tanto el pelo como la piel se tiñen, logrando unas cejas más bonitas y con un efecto de relleno notable.
La henna es un pigmento vegetal altamente utilizado en el campo de la belleza y la estética desde tiempos inmemoriales, aplicada tanto en el rostro como en el cuerpo con resultados siempre positivos. Su función principal es teñir de manera natural, lo que resulta doblemente interesante en comparación con los tintes químicos, y los daños que estos últimos pueden ocasionar. “La henna que utilizamos está en su forma más pura, sin amoniaco, plomo, parabenos u otros agentes nocivos de origen químico. Además, podemos conseguir tonos diferentes si la mezclamos con otros ingredientes naturales. Es totalmente segura, pero recomendamos hacer un test de alergia 48 horas antes de aplicarla”, nos cuenta Rosa Díaz, responsable de cejas y pestañas en Twenty NLB.
El procedimiento en el salón comienza con la limpieza y exfoliación de la piel de la zona a tratar. Se predibuja el diseño de las cejas tras consultar y aconsejar a la clienta. “Luego, tomamos las medidas necesarias y elegimos el tono del pigmento, aplicamos el producto y, después de unos 15-20 minutos, lo retiramos con cuidado. Finalmente, explicamos a la clienta los pasos que deberá seguir en casa para su cuidado y conservación”, aclara Rosa.
Imagen de campaña de Pe Cosmetics (Netherlands).
Bárbara Torres, distribuidora en España de Pe Cosmetics, añade: “Una de las propiedades de la henna que mucha gente no conoce es que fortalece el vello de las cejas y las vuelve más densas. Su efecto relleno es de gran ayuda para mujeres y hombres con calvas en la zona o pocos pelitos. Lo que hace la henna es definirlas, enmarcarlas y dar una apariencia más uniforme de cejas completamente pobladas”.
Precauciones y consejos adicionales
Es fundamental tener cuidado con la llamada henna negra que se vende en puestos ambulantes o tiendas no especializadas, ya que no es legal y puede provocar daños en la piel. A diferencia de la henna natural, que tiene un tono entre marrón y rojo y proviene de las hojas de la planta Lawsonia inermis, utilizada en países de África y Oriente Medio.
La henna puede aplicarse sobre todo tipo de pieles y es un producto asequible que, además de estimular el crecimiento de las cejas, nutre los folículos pilosos. Para acentuar el resultado, conviene usar un iluminador y un corrector, así como un resaltador de cejas. Nada más llegar del salón, se recomienda aplicar gel de aloe vera 100% puro para refrescar y suavizar la piel del área de las cejas, que es más sensible y se beneficiará de la hidratación y capacidad de recuperación que ofrece el aloe vera.
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