Antes de tocar las herramientas, es fundamental una consulta exhaustiva con el cliente. Analizar la estructura ósea y las características faciales para recomendar un estilo que armonice con su fisonomía. En este punto es importante usar herramientas de marcado para esbozar el contorno propuesto, asegurándose de que tanto el cliente como el profesional tienen la misma visión del resultado que se desea conseguir.
Una preparación adecuada es clave para un perfilado exitoso. Para ello es importante limpiar la barba y la piel con productos especializados.
En este punto cabe resaltar que es importante elegir una crema o gel de afeitar de alta calidad, preferiblemente con propiedades hidratantes. Una aplicación uniforme facilitará un deslizamiento suave de la navaja, minimizando la posibilidad de cortes o irritación. Seguido de la aplicación de una toalla caliente para abrir los poros y suavizar el vello. Esta etapa no solo facilita el corte, sino que también previene la irritación post-afeitado.
El proceso de estilizado puede tomar más tiempo del previsto, ya que es importante asegurarse que la barba quede con la medida precisa y sea simétrica de acuerdo al rostro del cliente. Un resultado impecable es sin duda la sonrisa de un cliente que volverá encantado para seguir cuidando su barba.
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